Japón venció hoy por 4 a 3 a Uruguay y mantuvo su racha positiva en un emocionante amistoso disputado en territorio nipón, donde los locales pudieron imponerse con un marcador aún más amplio de no ser por sus errores defensivos.
Los samuráis azules afrontaban en Saitama (norte de Tokio) su tercer amistoso consecutivo en casa tras golear a Costa Rica y Panamá por 3 a 0 en ambos partidos, mientras que la Celeste llegaba de perder ante Corea del Sur.
Japón, que salió volcado en ataque, solo tardó diez minutos en adelantarse con una vistosa jugada dentro del área de Minamino, quien burló a los centrales uruguayos tras un control de tacón y anotó de tiro cruzado que tocó en el pie de Muslera.
Los nipones continuaron generando problemas a Uruguay con una presión muy adelantada, rápidas combinaciones y la movilidad entre líneas de Minamino, Doan y Nakajima, aunque los visitantes rozaron el empate con un cabezazo de Godín a saque de córner.
Esa clara ocasión fue un aviso del gol que también llegó a balón parado, una falta lateral en la que Pereiro supo aprovechar la inoperancia defensiva japonesa.
Pero Japón continúo atacando jaleado por su público y volvió a ponerse por delante poco después por medio de Osako, quien mandó a la red el balón que había rechazado Muslera tras un potente disparo lejano de Nakajima.
Ya en la segunda mitad, Cavani cazó un inocente pase atrás de la defensa asiática para volver a igualar el marcador, aunque solo dos minutos después el prometedor Doan puso el 3 a 2 con otra demostración de técnica y velocidad de los locales dentro del área uruguaya.
De nuevo Minamino, quien acumula cuatro goles en tres partidos seguidos, amplió la ventaja nipona al rematar un despeje de Muslera a tiro de Doan, en un tanto calcado al 2 a 1.
La Celeste, con las bajas destacadas de Luis Suárez y José María Giménez y el cambio a última hora en la alineación titular de Vecino por unas molestias musculares, parecía aturdida ante las constantes embestidas de los nipones, que no se conformaban con el marcador.
Fue Cavani el encargado de volver a meter en el partido a los sudamericanos con una genial asistencia a Rodríguez, definida a la perfección por el ariete que había entrado en la segunda parte.
Japón todavía contó con alguna ocasión más para cerrar el marcador en el tramo final, donde bajó algunos puntos el ritmo de un intenso partido pese a su carácter amistoso.
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