Su última experiencia en instancias finales se remonta a diciembre del 2013 cuando tuvo la oportunidad de alzar un título nacional con Alajuelense, pero desde entonces, no había vuelto a vivir esa adrenalina que conllevar estar en partidos tan decisivos.
A sus 27 años, Ariel Soto vive una nueva experiencia con Herediano, equipo en el cual estampó su firma antes de iniciar el Apertura y ahora disfruta de las semifinales al lado de una afición que él cataloga como calurosa, tanto por el cariño, como por el apoyo que le brindan.
“He estado un poco ansioso porque tenía rato de no estar en semifinales, creo que pasaron como cinco años, pero gracias a Dios hice bien las cosas, es parte de la vida, a veces la experiencia no juega porque se sienten las mariposas como si fuera la primera vez”; dijo Soto tras el juego ante Saprissa.
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“El apoyo ahora se siente bastante porque el aficionado está más cerca de la cancha, es muy importante porque uno aprende a agarrarle cariño tanto a ellos como al club”; agregó.
Soto debutó en Primera División con Brujas FC, en el 2011 llegó a Orión FC y después tuvo una lamentable salida del equipo manudo, partió al fútbol colombiano para militar con el Boyacá Chicó y regresó a Costa Rica para jugar con la UCR.
Más allá de eso, Jafet Soto depositó su confianza en el defensor y eso le ha permitido recobrar la confianza para tener un alto desempeño con la camiseta florense.
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Fotografía: Prensa Herediano