La costarricense Dixiana Mena, hoy la “mejor entrenadora de América” confesó que vivió el momento de la designación: “sorprendida, agradecida, asustada, pero con el deseo de que sea pronto lunes, para salir a entrenar con sus hijas Andrea y Noelia Vargas”.
“En el momento en que iban a decir el ganador del mejor entrenador, estaba sentada junto a varios de los entrenadores designados, de repente, un señor, muy bien vestido se me acercó, me preguntó, “usted es Deysiana”, le respondí “sí señor”, y me dijo, “por favor acompáñeme”; expresó Mena.
“En ese momento sentí que el corazón se me salía porque me llevó justo cerca de la tarima, yo buscaba con la mirada a mi hija Andrea. Estaba muy asustada y algo nerviosa, y cuando escuche mi nombre quería llorar, pero me aguanté. Doña Silvia González (miembro del Comité Ejecutivo de Panam Sports y secretaria del CON) me dio el trofeo. Allí nos abrazamos para soltar la primera llorada, fue algo inesperado. Agradecí por el premio, me llevaron detrás de la tarima, allí no pude aguantar y lloré con toda gana”; agregó.
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No obstante, ahora la mejor entrenadora del continente americano ansía llegar a su hogar para compartir su felicidad con el resto de su familia y luego meterse de lleno con respecto a los entrenamientos de sus hijas.
“¿Ahora que viene? Mi respuesta es lo que Dios quiera, pero ahorita solo pienso en llegar a Puriscal, abrazarme con mi familia, después dejar el trofeo en un lugar especial y levantarnos al día siguiente para ir a entrenar a Noelia y Andrea, para llegar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 con mis dos amores”; mencionó.
Tanto Dixiana Mena como su hija mayor, Andrea Vargas, regresarán al país a eso de las 12:40 p.m. de este sábado, pues a las 6:00 p.m. deberán estar en el desfile del Festival de la Luz 2019 como mariscales.
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