Lo que pudo haber solucionado un café

Dicen que con un café se puede resolver el mundo y en este caso creo que todo se pudo haber resuelto.

Antes de opinar sobre la situación de Jimmy Marín, había que conocer la versión y posición del técnico de la Selección Nacional, Gustavo Matosas. Una vez dada su declaración en conferencia de prensa quedan claros los hechos.

Debemos partir de que un ser humano jamás puede juzgar la decisión de otro. Y más cuando esa decisión significa el futuro de una persona, y no solo de ella, sino de quizás el resto de su círculo familiar más cercano.

Jimmy Marin está pensando en su futuro económico y eso es sumamente respetable. PERO, y sí, en mayúscula, las formas de tomar las decisiones no fueron las correctas. Aunque, Mónica Malavassi, a través de su cuenta de Twitter haya explicado la situación.

La primera comunicación entre el jugador y Matosas se dio mediante una llamada, en la cual el técnico le dijo que le gustaría que se tomaran un café. De acuerdo con las declaraciones del entrenador, posteriormente recibió un mensaje de carácter informativo sobre la decisión que había tomado.

Ahí comienzan los errores, que todos hemos cometido en algún momento de la vida. Hay asuntos que no se tratan por mensajes, por su delicadeza, es mejor hablarlos en persona y cómo dice Matosas, con un café es mucho mejor. Así cada uno puede exponer su parte y responderle al otro.

Sin duda, la asesoría que recibió el jugador, ya sea por parte de su representante o alguna persona allegada fue nula.

Diego Brenes le propuso varias alternativas al jugador para que pudiese cumplir sus pruebas médicas y reincorporarse a la Tricolor en Estados Unidos. De esta manera, Marín solo se perdería el histórico juego contra Nicaragua. Según los jerarcas de la Federación, él no aceptó.

Con esta decisión, afecta directamente los planes del técnico y al grupo como tal. Además, porque la lesión de Luis Díaz obligó a Matosas a convocar a otro jugador y se decantó por Yeltsin Tejeda, porque creía tener las soluciones en el costado por el que juega Marín.

Vamos al área deportiva, Jimmy Marín es un jugador de 22 años y con una proyección importante. Creo que su calidad deportiva le da para aspirar a un fútbol de mejor nivel. Cuando converso con algunas personas, el argumento que me dan es que: “el equipo juega Europa League”. Yo lo que digo es que está en una fase previa de este torneo y tampoco lo considero como un elemento determinante para tomar una decisión, si fuese fase de grupos, le vería más sentido.

Al marcharse al fútbol de Israel, de aleja completamente del radar de la Selección Nacional.

Solo queda desearle lo mejor, esperemos que pueda destacar en su nuevo club y ojalá dar el salto a una mejor liga; porque dudo mucho que quedarse en Israel sea el sueño de Marín