Manchester United buscará otro milagro en el Camp Nou veinte años después

(EFE) Con el pitido final en Old Trafford en la ida de los cuartos de final de la Champions League, la mayoría de aficionados del Manchester United miraron decepcionados el marcador, que reflejaba la victoria del Barça (0-1). Sin embargo, en el banquillo local, Ole Gunnar Solskjaer debió recordar con esperanza su última noche en el Camp Nou, probablemente la más feliz de su vida deportiva.

Los ‘red devils’ visitarán el coliseo barcelonista este martes en busca de una remontada que les clasifique para las semifinales y su entrenador sabe perfectamente que hasta el último suspiro todo es posible.

Hace veinte años, en 1999, el ahora técnico del United y por aquel entonces habitual suplente de los de Manchester se vistió de héroe en la Ciudad Condal para marcar el gol de la victoria ante el Bayern en la final de la Champions League. Un tanto milagroso.

El delantero noruego saltó al verde a falta de diez minutos para el final y tuvo suficiente tiempo para escribir un capítulo de oro en la historia de los ingleses. Corría el minuto 93 cuando a la salida de un córner, Sheringham, autor del empate pocos segundos antes, cabeceó el balón al segundo palo donde un oportuno Solskjaer desvió el esférico a la red y hundió al Bayern de Múnich, que había comandado el marcador desde el minuto cinco. Aquel milagro supuso la segunda ‘Orejona’ de los británicos (2-1).

Ese año, además, también se produjo un doble enfrentamiento entre el Barça y el United. Los azulgranas quedaron encuadrados en el denominado ‘grupo de la muerte’ de la Champions League junto a los pupilos de Alex Ferguson y el Bayern de Múnich. Los finalistas de aquella edición apearon a los barcelonistas, que, sin embargo, no perdieron ningún partido frente al United.

En el Camp Nou, culés y red devils protagonizaron un partido vibrante con alternativas para los dos equipos que acabó con empate a tres goles, igual que en Inglaterra.

Con estos espectaculares precedentes, el técnico noruego vuelve por primera vez al Camp Nou dispuesto a vivir otra noche de gloria. Motivos no le faltan. Los de Solskjaer ya fueron capaces de dar la campanada en la ronda de octavos de final, cuando, con un 0-2 en contra, remontaron en París al PSG gracias a un tanto de penalti de Rashford en el tiempo de descuento (1-3). Un partido, además, que los británicos afrontaron con muchas bajas, llegando a jugar con futbolistas del filial.

Pero toda cara tiene una cruz. Del mismo modo que hace veinte años el Manchester United ganó su segunda Champions League en la capital catalana, hace diez, en 2009, el Barça de Guardiola ganó en Roma la final de la máxima competición europea a los red devils (2-0). Dos años más tarde, los azulgranas hurgaron en la herida y volvieron a vencer al United en la final, esta vez en Inglaterra, en el mítico Wembley (3-1).

Por aquel entonces Solskjaer ya había colgado las botas. El entrenador escandinavo cogió el relevo de Jose Mourinho en el banquillo del United el pasado 19 de diciembre y enderezó el rumbo de un equipo perdido en mitad de la tabla de la Premier League.

El técnico consiguió un pequeño milagro con una racha de victorias histórica que ha permitido a Pogba y compañía luchar por las posiciones de Champions. La hazaña, no obstante, deberá ser de mayor envergadura en el Camp Nou, donde Messi, también acostumbrado a acciones divinas, tendrá mucho que decir.

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