Nivel de Esteban Alvarado ahoga los gritos de gol manudos

Alajuelense era el equipo que manejaba el peso del partido durante los primeros diez minutos del juego, eran persistentes en el ataque y encontraban posibilidades por los costados.

Los florenses mantenían un buen bloque en zaga, se mantenían ordenados en cuanto a sus espacios y, aunque la presión que ejercía el equipo manudo era bastante alta, cedieron la iniciativa para así buscar los contragolpes.

El equipo manudo se acercaba cada vez más al arco de Esteban Alvarado, lanzaban remates de media distancia para probar suerte con algunos de sus hombres (Alex López y José Miguel Cubero).

No obstante. con Jonathan McDonald y Marco Ureña, los erizos insistían en el ataque y eran los que más peligro generaban, pues Herediano no era superior y les costaba salir de su área.

Cuando transcurrían 28 minutos del primer tiempo, Alajuelense tuvo su mejor aproximación luego de una jugada a balón parado y Esteban Alvarado tuvo que saltar y “volar” para desviar la trayectoria del esférico.

Dos minutos más tarde sería la oportunidad para el delantero rojinegro, Marco Ureña, el cual lanzó un potente remate de media distancia y el balón reventó en el travesaño superior.

Pasaban los minutos del primer tiempo, pero Alajuelense no encontraba una sola opción clara, eran víctimas de errores similares a los del torneo pasado: les costaba tomar las decisiones adecuadas y se equivocaban en momentos claros.

Herediano, por su parte, era un equipo mucho más elaborado que parecía estar conforme con proteger su arco de cualquier ataque erizo, por eso no sufrieron tantas dificultades a pesar de la presión alta manuda.

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La pasada por los vestuarios fue vital para que ambas escuadras se reestructuraran en cuanto a su funcionamiento de juego, pero el primer en reflejar el hambre de gol fue el equipo manudo.

Habían pasado solo dos minutos desde que inicio el complemento cuando Ariel Lassiter desperdició una de las opciones más claras del juego: corrió por punta izquierda, hizo un enganche y remató, pero el balón pasó muy por encima del arco protegido por Alvarado.

Los dirigidos por José Giacone tenían un poco más de confianza, volvieron a tener el balón en su control, equilibraron las acciones y buscaban ser contundentes en los contragolpes que se les presentaban.

Sin embargo, los locales no se rendían en cuanto a sus ataques y el 69’ Marco Ureña se hizo presente en el área, le quedó un balón en sus pies y tomó la decisión de lanzar un remate directo, pero Esteban Alvarado se lo negó.

Un minuto más tarde fue el turno de Jonathan Moya, pues el delantero erizo también probó suerte con un disparo y Alvarado les negó la celebración, inmediatamente quedó la posibilidad del rechazo, donde Adolfo Machado era el encargado de rematar; empero, el arquero florense les dijo no.

El cero se hizo cada vez más grande en el estadio Alejandro Morera Soto y los de Andrés Carevic no encontraron la fórmula para vencer al Team.

Fotografía: Prensa LDA

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