Pasó de las ‘mejengas’ del barrio a brillar en el fútbol de Rumanía

Más allá del brillo que ha tenido Dylan Flores en el futbol de Rumanía, su historia se remonta a cuando apenas era un niño. En “mejengas” de calle comenzó a dar sus primeros pasos. No podía falta un día sin que rechazara a una invitación por parte de sus amigos en el barrio La Capri, ubicado en San Miguel de Desamparados, para salir a jugar.

“Yo crecí en San Miguel de Desamparados, en La Capri, que lamentablemente es un barrio conflictivo y ahí fue donde empecé a jugar en la calle. Todo eso me ayudó porque es parte de la persona que soy hoy en día. He sabido aprovechar cada una de las experiencias para aprender lo que tengo que hacer bien y saber lo que está mal. Valoro los primeros pasos. Soy agradecido con Dios por todo lo que me ha dado.”; citó Flores en entrevista a este medio.

El oriundo de San Miguel de Desamparados, San José, empezó a crecer, tanto en edad, como en lo profesional. Sus habilidades cautivaron a representantes del Deportivo Saprissa, quienes se fijaron en él y le permitieron ser parte del equipo. Trabajó duro y al tiempo debutó en Primera División, también militó con Uruguay de Coronado y con el Cartaginés, pero no olvida su primer equipo internacional.

“La primera salida a Portugal no fue lo que esperaba en cuanto a minutos futbolísticos, pero me ayudó a crecer bastante, a madurar y aprender ciertos aspectos de mi juego que ocupaba mejorar para hacerlo mejor. Ahora me siento cómodo aquí en Rumanía, me ha tomado por sorpresa el nivel del futbol de acá porque es bastante alto y los equipos se han reforzado muy bien, pues tienen mucha solvencia en económica”; comentó.

“Cuando regresé a Costa Rica tuve en mente volver a Europa, gracias a Dios se me dio y esta segunda oportunidad decidí aprovecharla para hacer las cosas de la mejor manera”; añadió.

Radicar en un país lejano, donde se tienen otras culturas y se hablan lenguajes distintos, podrían ser factores complicados para cualquier persona. Flores tuvo que lidiar con todo eso, pero su determinación fue más fuerte y logró vencer esos temores.

“La adaptación fue muy complicada al principio por el idioma. Es muy diferente y casi no se habla tanto inglés. Después llegó un español y tratamos de ayudarnos entre los dos, eso hizo las cosas un poco más sencillas. En este segundo año me he sentido un poco más preparado con el idioma, más cómodo en la Liga y pude adaptarme rápido. También me costó mucho por las cualidades físicas que tienen ellos, que son bastante grandes y agresivos. Fuera de eso, ahora me siento mucho más fuerte para la próxima temporada”; opinó.

“Es una ciudad diferente porque está más del lado de Hungría entonces hablan rumano y húngaro, por eso es un poco más complicado con el lenguaje. Fuera de eso, la ciudad es bastante bonita y muy grande, y los compañeros me han tratado muy bien”; agregó.

Uno de las cualidades que ha tenido Dylan Flores es que es de los pocos jugadores costarricenses que ha sabido mantenerse y consolidarse en Europa. Pese a los factores extra que pueden influir, el tico supo encontrar la clave para poder lograrlo.

“La mente. Nosotros los ticos tenemos la virtud de jugar al fútbol y hacerlo bien, pero se debe trabajar mucho la mentalidad. Antes de salir a Europa muchos me aconsejaron que lo que debo cuidar siempre es la mente y por eso me he sentido muy fuerte en ese aspecto. Siento que desde que llegué me lo propuse y me dije a mí mismo que me voy a quedar acá por bastantes años. He trabajado horas extras para estar a tono y eso también me ayudó para adaptarme mejor”; comentó.

Por su parte, el jugador de 26 años también destacó cuánto ha cambiado como persona y jugador desde que partió al balompié internacional. Cree que ahora valora más las oportunidades y se considera un jugador más maduro.

“Como persona puedo decir que soy mentalmente muy fuerte, aprendí a competir a un nuevo nivel y en lo personal me ha ayudado a crecer, el estar lejos de la familia te hace madurar y te enseña a sobrevivir solo. Ha sido duro, pero nos une más. Es una nueva cultura y nos toca crecer”; puntualizó.

Dylan Flores se cataloga como un jugador esforzado y ambicioso, al cual le gusta trabajar horas extras para mejorar su rendimiento. Pero como cualquier futbolista, hay referentes de los cuáles se inspira y toma apuntes de ellos para poder crecer.

“Siempre me gustado mucho como juega el francés, Henry o el español, Andrés Iniesta. Ahora trato de motivarme con jugadores más actuales, como Frankie De Jong, que es un jugador que viene muy bien de cara al futuro”; reveló.

Poco antes de finalizar la entrevista, Flores reiteró que uno de sus anhelos es volver a vestir la camiseta de la Selección Nacional y para eso trabajará duro para ser tomado en cuenta por Gustavo Matosas.

“Claro, es mi sueño y por eso estoy luchando para hacer las cosas bien en el club y así ser tomado en cuenta en la Selección Nacional. Por aquí he hecho un buen trabajo, he tenido minutos y la regularidad, por eso seguiré trabajando fuerte”; dijo.

Los planes de Dylan Flores los tiene muy en claro: “Ahorita quiero arrancar bien esta temporada con mi equipo, el Sepsi Sf. Gh, que me queda un año más de contrato en el club. Quiero tener minutos, consolidarme más, hacer las cosas bien y esperaré a final de temporada para ver qué cosas nuevas traerá Dios para mí y seguiré trabajando fuerte para ser tomado en cuenta en la Selección Nacional”; finalizó.

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