Las bursas o bolsas sinoviales, son estructuras llenas de fluido sinovial. Por ende, actúan como almohadillas entre los huesos, tendones y/o músculos. Estas bolsas se encuentran alrededor de una articulación, por lo tanto, son esenciales para su correcto funcionamiento.
Las principales articulaciones donde están presentes las bursas son las rodillas, los codos, los hombros y la cadera. Entre muchas otras de menor tamaño e incidencia.
Las bursas ayudan a reducir la fricción entre las estructuras articulares mencionadas anteriormente, permitiendo un movimiento más libre.
La bursa puede sufrir dinstintas afecciones. La principal y más común de ellas es su inflamación. Cuando esta estructura se inflama se conoce como bursitis.
Los mecanismos de lesión más frecuentes que pueden provocar esta inflamación, son los siguientes:
-Movimientos excesivos
-Movimientos repetitivos
-Traumatistmos (golpes)
Cuando una bursa se inflama genera dolor. Además, añade dificultad al momento de realizar algún movimiento natural.
Ahora bien, su tratamiento es muy variado. Sin embargo es primordial asistir al terapeuta físico para el adecuado abordaje del diagnóstico y recuperación de la misma.
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