Mientras jugaba para el Boreham Wood en las divisiones menores del fútbol inglés, Sam Cox fue convocado por la federación de Guyana.
Guyana quería a Cox, cuyos abuelos emigraron de Guyana a Londres dos generaciones atrás, para jugar para el equipo nacional.
Nunca estuvo en Guyana. Cox vive en el norte de Londres y creció viendo partidos del Arsenal con su padre en Highbury, antes de ser fichado por el rival Tottenham cuando era un adolescente, jugando con jóvenes promesas como Harry Kane y Danny Rose.
Con todo el permiso de FIFA, Cox aprovechó la oportunidad.
Luego de acostumbrarse y conocer un poco más de la cultura, Cox se ganó la confianza y respeto de sus compañeros, a tal punto que se transformó en capitán al año siguiente.
Cox también fue fundamental para que Guyana clasificara a su primer torneo de primer nivel, la Copa Oro 2019 de la Concacaf.
Tras la derrota por 4-0 ante Estados Unidos en un histórico partido para Guyana el martes en la noche, Cox se mostró optimista y considera que el enfoque filosófico del equipo es la clave para el éxito.
“Siempre supimos que iba a ser difícil”, dijo Cox. “Pero siempre debes ser positivo en la vida. Si encaras cualquier proyecto con pensamiento negativo, seguramente consigas resultados negativos. Todavía tenemos mente positiva. Tenemos dos finales de copa frente a nosotros. Daremos todo”.
“Todavía, algunos de los chicos los están asimilando”, dijo Cox sobre la experiencia en la Copa Oro. “Pero confiamos en que podemos lograr cosas especiales aquí”.
Guyana jugará ante Panamá en un partido clave por el Grupo D el sábado por la noche en Cleveland, antes del cruce entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago.
TEXTO FUENTE: CONCACAF / PRENSA.