(EFE) El Mallorca ha conquistado este domingo su segunda victoria de la temporada en el estadio Son Moix al derrotar por 2-0 al Espanyol, con goles de Ante Budimir en la primera parte, y de Salva Sevilla, en la reanudación.
Los bermellones rompen una racha de seis partidos seguidos sin ganar tras la victoria de la primera jornada ante el Eibar, en los que solo habían sumado un punto de 18 posibles.
También, el traspié hunde a los blanquiazules en la tabla, frena su cosecha de puntos como visitantes -habían puntuado en todas sus salidas- y deja a su técnico David Gallego en la cuerda floja.
El miedo a cometer errores, el juego anodino y la poca profundidad en las acciones caracterizaron un primera parte muy igualada, decantada a favor de los mallorquinistas por el gol de Ante Budimir, tercero del croata y primero que celebraban los aficionados locales desde el triunfo ante el Eibar.
Son Moix estalló de júbilo con un gol providencial tras una jugada colectiva de los bermellones -una de las pocas en el primer tiempo- y que castigó la apatía de los blanquiazules, que acusaron, probablemente, el esfuerzo del triunfo del jueves en Moscú ante el CSKA.
Vicente Moreno se decantó de inicio por el bloque de futbolistas de los dos ascensos consecutivos, con la única excepción del ex madridista Aleix Febas.
El técnico mallorquinista prescindió del japonés Takefusa Kubo -entró en la segunda parte- y volvió a confiar el lateral izquierdo de su defensa a Fran Gámez, que ya había ocupado esa demarcación la pasada jornada ante el Alavés en su debut en Primera.
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Al sentar a Kubo en el banquillo Moreno hizo una apuesta firme por el once habitual de la última temporada, pese a que el nipón ya había dado muestras fehacientes de su gran calidad en los minutos que ha tenido.
David Gallego, por su parte, solo realizó dos cambios, ambos obligados, con respecto al equipo que se impuso 0-2 ante el CSKA Moscú en la Liga Europa.
Lluís López y Víctor Campuzano sustituyeron al sancionado Fernando Calero y al argentino Jonathan Calleri, con molestias físicas y descarte de última hora.
El Espanyol, sin embargo, no se encontró a gusto en ningún momento. Su única llegada con cierto peligro se registró en el minuto 20, con un disparo alto del chino Wu Lei.
Muy poco para un equipo que se jugaba salir del pozo en Palma. Tocaba reaccionar y el conjunto periquito lo hizo en la reanudación aprovechando el repliegue mallorquinista, que quiso defender el gol contraatacando.
Decisión muy controvertida porque el Espanyol avisó muy pronto con un remate a la media vuelta de Campuzano en el área pequeña que despejó Reina tras una intervención.
El meta malagueño salvó a su equipo, en la que hasta ese momento (min, 52) era la mejor ocasión visitante, demostrando que está en un gran momento de forma.
Reina tuvo que emplearse a fondo en otras dos acciones de los blanquiazules, con Campuzano como protagonista, antes de que Salva Sevilla sentenciara el partido con el segundo gol al aprovechar un error defensivo de los blanquiazules.
Salva Sevilla no marcaba en Primera desde 2015, cuando lo hizo, precisamente, defendiendo la camiseta del Espanyol.
Los fallos terminaron por hundir a un Espanyol apagado, sin chispa, e incapaz de revertir una situación que se le puso muy cuesta arriba tras el primer gol de Budimir.
Aunque lo intentaron, los blanquiazules estuvieron muy lejos de su mejor versión, tras una derrota que amenaza el futuro de su entrenador David Gallego.
El Mallorca respira con su segundo triunfo de la temporada, alivia su situación en la tabla a la espera de la visita del Real Madrid a Son Moix la próxima jornada.
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— Real Mallorca (@RCD_Mallorca) October 6, 2019