(EFE) Los jugadores del Nápoles decidieron regresar a sus casas después del partido empatado este martes contra el Salzburgo (1-1), en la Liga de Campeones, pese a los órdenes del presidente y accionista mayoritario del club, Aurelio de Laurentiis, que había ordenado hace días que quedasen concentrados en el centro deportivo de Castel Volturno hasta el próximo domingo.
El autobús que tenía que llevar a los jugadores al centro deportivo tras el partido de anoche se fue del estadio San Paolo vacío, con los jugadores que decidieron regresar a sus respectivas viviendas, molestos con las peticiones de De Laurentiis, informan los medios italianos.
El Nápoles, que lleva tres partidos ligueros italianos consecutivos sin ganar y que no pasó del 1-1 ante el Salzburgo en la Copa de Europa, todavía no ha dado explicaciones oficiales sobre lo ocurrido y se limitó a comunicar que el equipo entrenó normalmente en la mañana de este miércoles.
El técnico del Nápoles, Carlo Ancelotti, y sus colaboradores fueron los únicos en regresar, a bordo de coches propios, al centro deportivo de Castel Volturno, respetando unos órdenes que, sin embargo, reconocieron no compartir.
Según los medios napolitanos, los futbolistas del Nápoles están molestos por las decisiones de la directiva y las consideran injustas, considerado el compromiso mostrado en el encuentro de este martes, terminado con empate y diana del mexicano Hirving Lozano.
Ancelotti no acudió a la habitual rueda de prensa posterior al partido europeo, algo obligatorio en competiciones UEFA y que conllevará una multa, y el único en hablar fue el capitán Lorenzo Insigne, en una breve entrevista televisiva concedida al acabar el partido cuando todavía estaba sobre el terreno de juego.
También al finalizar el entrenamiento de esta mañana los futbolistas han regresado a sus casas y el club ha cancelado la reserva que tenía en un hotel en las cercanías de Castel Volturno.