Quizás no como muchos lo soñaron o como lo hubiesen querido, pero con el sabor de alzar el título 35. Así fue la fiesta que montó el Deportivo Saprissa tras vencer 1-0 a la Liga Deportiva Alajuelense y proclamarse como el nuevo campeón nacional. En el global la serie quedó 3-0.
Después de varios años de espera, Wálter Centeno, uno de los máximos ídolos de los morados, logró darle el ansiado título que deseaba toda la afición, que tuvo que celebrar desde sus casas por la emergencia del Coronavirus.
La primera parte fue un duelo de tú a tú, donde ambos equipos intentaron llegar con propiedad al área de rival. Tanto manudos como morados tuvieron sus oportunidades. Quizás los dirigidos por Centeno con un poco más de claridad en el área, pero emergió un Moreira inspirado.
Moreira le negó el gol a Ariel Rodríguez en dos ocasiones, en un centro de Bolaños que cerró el ariete y en una chilena que hizo en el área. Christian Bolaños también tuvo su oportunidad en una media bolea, pero Moreira estuvo muy atinado.
Las llegadas de Alajuelense tuvieron menos claridad: centros donde nadie cerraba o algunos pasados que no encontraron finalización. La jugada más vistosa fue para Dylan Flores, quien con un remate a media distancia puso a prueba a Aarón Cruz.
Cerca del cierre de la primera parte, Alex López tuvo una gran incursión por el costado izquierdo, amagó y cuando estaba dispuesto para rematar y poner el primero, llegó Alexander Robinson con una barrida salvadora.
La segunda mitad inició con la expulsión de Ariel Rodríguez, tras una fuerte barrida en contra de Salvatierra. La tarjeta roja le permitió a la Liga controlar más el balón y por ende llegar más al área morada.
Así se desarrolló la segunda mitad, con constantes llegadas de Alajuelense al área, pero no fueron suficientes para anotar el gol. En una de las jugadas de ataque, Alex López perdió el balón, Saprissa montó la contra y en una jugada espectacular de Bolaños sirvió para que Mariano sentenciara y firmara el gol del título.
El resto del juego fue de trámite, con una Liga Deportiva Alajuelense totalmente destrozada en la parte emocional. La carga era muy pesada para volver a la pelea con pocos minutos en disputa.
La actitud del Saprissa se resume en ver a Michael Barrantes jugando incluso con un dedo prácticamente quebrado. El capitán morado nunca se rindió y siguió en la cancha pese al dolor que pudo sentir desde el minuto 26.
Una noche redonda para los morados que llegarán al título número 35 en la historia y el primer campeonato nacional de Wálter Centeno en su era como técnico.
Prensa Saprissa / Photo Media Express