Walter Centeno quería cederle minutos a una joven promesa del fútbol nacional, que con su ojo clínico le había visto potencial para ser su figura principal en el ataque, sin embargo debía sacrificar a un jugador en su escuadra, el hondureño Rubilio Castillo.
Al inicio de la temporada, el Paté recibió constantes críticas por parte de la afición y un sector de la prensa, ya que decían que no se podía tener por fuera del equipo al jugador que llegaba con mayor cartel goleador, además era el único delantero central de esa escuadra.
Sin embargo, el nacional en su primera etapa como jugador titular de la escuadra tibaseña suma ocho goles en el campeonato nacional, y cinco en la Liga CONCACAF; una cifra muy bien vista por su juventud, pues aún no llega a la mayoría de edad.
“A veces por la juventud y las ganas que tiene de jugar se complica. Por ejemplo, él quiere girar de un solo golpe cuando le dan un pase, pero por ser pequeño no tiene tanta fuerza y por lo general de está de espalda, entonces va a perder la pelota. Hay que enseñarle esos fundamentos de fútbol, los mismos que yo aprendí, porque es como jugar baloncesto, cuando le dan la bola usted se queda parado, la recepciona y después gira, pero él lo hace antes y debo corregirlo”; citó Paté Centeno, después del empate ante la La U Universitarios, dónde expresó que trabaja por aparte con Ugalde en fundamentos de fútbol.
Mientras que su Agente, Kurt Morsink había comentado desde el inicio de la temporada, que el costarrincense era el mayor talento del Saprissa en los pasados 15 años, y que no se había visto un jugador con sus características desde Rolando Fonseca.
“Por ahí, Manfred Ugalde es el mejor talento que ha tenido Saprissa en los últimos 15 años, tenemos al jugador desde hace un año, es un gran talento. Es un goleador, un nueve puro, algo que en Costa Rica no se ha visto en mucho tiempo”; finalizó.
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