Aparte de los resultados, la gira por Sudamérica en los encuentros ante Chile y Perú dejó en evidencia que algunos jugadores de experiencia son vitales en el funcionar de la tricolor.
Además, otros regresos como los casos de Esteban Alvarado y Jonathan McDonald fueron de alto nivel, uno no tiene actuación con su club y el otro sintió la confianza de mucha parte de la afición nacional para que estuvieran con la camiseta de la Sele.
El caso de Esteban Alvarado no tenía minutos en cancha con su equipo desde el 16 de enero, mientras que con la escuadra nacional estuvo todo el encuentro ante Corea del Sur.
“Siento que tengo que tomar un poquito más de ritmo, mejorar físicamente, pero gracias a Dios porque ganamos. Es un aspecto mental, cuando uno en la vida disfruta las cosas que hace todo va de forma natural, sé la responsabilidad que tengo en la selección”, dijo.
McDonald fue un punto muy alto en los dos amistosos, no solo por su gol, sino por el funcionamiento dentro de la cancha.
El delantero tuvo un regreso soñado, donde pudo celebrar por primera vez tras pasar momentos complicados en su carrera, pudo sobrepasar y ser uno de los más destacados en la escuadra patria.
“Cuando vi la bola entrar no supe como celebrar, son tantas cosas que uno ha vivido durante los últimos tres años y durante el tiempo como futbolista he aprendido a tener que madurar por la parte que nadie le gusta, por el golpe propio, pero aquí es donde digo que no me arrepiento de todo lo que he pasado”, recalcó.
Dos de los regresos más esperados, que con su rendimiento sorprendieron a propios y extraños, y que sin duda estarían en convocatorias a futuro.
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