El día tiene 24 horas, y Álvaro Saborío solamente invierte en el fútbol tres, por lo que el tiempo restante lo divide para tener una vida de la que resume plena; se enfoca principalmente en su ganadería, le dedica mucho a sus hijos y por la tarde fortalece su cuerpo con la disciplina del CrossFit.
«Ahorita tengo que ir a comprar pacas de ganado, tiene que comer, eso es todo lo que vive uno por acá, es mi hogar. El fútbol es de apenas tres horas al día, se vale combinar las cosas, se vale estudiar, se vale trabajar, y pienso que en el día hay 24 horas, entrenamos sólo tres y me queda mucho tiempo libre. Tengo salud, es lo importante, recojo a mis hijos en el kinder, después estoy bien con mis quehaceres en la ganadería, comprar cosas en la veterinaria, y termino en la tarde haciendo CrossFit»; finalizó.
En San Carlos lo quieren como a un hijo, basta con acompañarlo por unos minutos al salir del estadio para ver cómo las personas se detienen para tomarse una fotografía con el histórico jugador del fútbol nacional.
A muchos sorprendió al decir que regresaría al fútbol profesional vestido de sancarleño, pero lo que no estaba claro era el trasfondo de esto, la unión y la poca presión con la que se encuentra en San Carlos lo hacen vivir, según él, una de sus mejores etapas en el fútbol profesional.
«Muy bien, la verdad es que disfrutando una de mis mejores etapas futbolísticamente hablando, es mi pueblo, disfruto, salgo a la calle y me siento como en casa. La verdad ver el apoyo que tuve desde que llegué a Segunda División, y todo lo que tenemos en Primera División, es algo sumamente relevante, es algo que la verdad yo anhelaba sentir y me encanta este momento»; citó.
Lea también: Rachid Chirino pone en práctica los consejos que le brinda Álvaro Saborío