(LaLiga). – Cinco de agosto de 1966, The Beatles publica “Yellow Submarine”, todo un fenómeno mundial de que en ese mismo año en España Los Mustang, grupo musical de mucho éxito durante la década, realiza una versión que llegó a vender 130.000 copias.
Un año después, el Villarreal empieza una nueva temporada en busca de un ascenso a tercera división y en las gradas del Madrigal -actual Estadio de la Cerámica- un grupo de aficionados hace sonar en un tocadiscos a pilas la canción mientras animan a su equipo con el famoso “Amarillo el Submarino es/amarillo es/amarillo es”. Desde entonces el club, es conocido como el submarino amarillo y su afición es la parte más importante de una tripulación que tiene en el Estadio de la Cerámica su principal puerto.
Situada a escasos 60 kilómetros de Valencia, Villarreal es una de las localidades más importantes en una zona dedicada a la industria de la cerámica. Generación tras generación, familias enteras han trabajado en fábricas de azulejos y ladrillos que han ayudado a construir un equipo que actualmente es uno de los grandes animadores de LaLiga.
Una realidad a la que el estadio “groguet” -amarillo en valenciano, idioma hablado junto al español en Villarreal- rinde homenaje con el reciente cambio de nombre a Estadio de la Cerámica.
Pero, si hay algo más importante en Villarreal que la cerámica es su equipo. Un día de partido en el que las taquillas del Estadio de la Cerámica cuelgan el cartel de “no hay billetes”, podría llegar a suponer que el 50% de la población del municipio está sentada en el estadio. Porque con sus 23.000 asientos, en La Cerámica cabe uno de cada dos vecinos de una ciudad que cuenta con unos 50.000 habitantes.
Por eso, con cada partido de LaLiga Villarreal se detiene y durante 90 minutos lo más importante es lo que ocurre sobre el terreno de juego.
Los éxitos conseguidos por el Villarreal CF en su estadio, han llevado al submarino amarillo a viajar por todo el mundo y a ser uno de los equipos más conocidos de LaLiga con peñas de aficionados en Bélgica, Finlandia o México.
Un buen ejemplo de esta fama internacional es la iniciativa Submarino Argentino que llevó en 2017 al club a jugar contra Boca Junios en La Bombonera para homenajear al gran número de jugadores argentinos como Riquelme, Palermo, Arruabarrena o Juan Pablo Sorín que se enrolaron en el equipo amarillo.
Hoy, tras 18 temporadas en LaLiga visitar el Estadio de la Cerámica es conocer de primera mano el orgullo de una pequeña ciudad y disfrutar del trabajo bien hecho de un club que se ha ganado el derecho a luchar con los grandes de LaLiga Santander.