El jugador del Barcelona Sergi Roberto reconoció que será “extraño” jugar a puerta cerrada, si bien precisó que darán “el 100%” para los aficionados que sigan los encuentros del equipo azulgrana desde casa. En declaraciones realizadas a los medios de comunicación del club azulgrana, el lateral de Reus afirmó que el reinicio de la Bundesliga servirá de banco de pruebas para ver cómo funciona esta nueva normalidad provocada por la pandemia de la Covid-19.
“Ya jugamos hace unos años un partido a puerta cerrada (contra Las Palmas en 2017) y se hizo muy raro, muy extraño. Todavía no tengo la idea de que jugaremos a puerta cerrada. Ahora empezará la Bundesliga y creo que todo dependerá de cómo funcione ahí. Creo que el fútbol será sin público e intentaremos dar el 100%”, señaló. En este sentido, envió un mensaje de confianza al aficionado azulgrana que deberá acostumbrarse a ver los encuentros desde casa: “A nuestra afición que esté tranquila, que intentaremos dar el 100%; lo haremos sí o sí para conseguir todos los títulos posibles”.
Ya ha pasado una semana desde que el primer equipo del Barcelona regresara a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí, donde, por el momento, los jugadores realizan rutinas individualizadas. Sobre esta primera etapa, Roberto confía en que próximamente se den las condiciones para pasar de realizar las rutinas individuales a practicar ejercicios en equipo. “Nos hemos echado mucho de menos entre los compañeros. Ahora no podemos estar todos juntos, lo tenemos que hacer todo en grupos reducidos, espero que en las próximas semanas, si todos tomamos las medidas de seguridad, pasemos de fase y podemos entrenar en grupos”, precisó.
El jugador catalán también explicó las medidas de seguridad que se están tomando en el regreso a los entrenamientos del primer equipo. “Cuando llegamos nos toman la temperatura, nos preguntan por si tenemos algún síntoma. Cada cinco minutos llega un jugador, se cambia y se pone las botas. Después entrenamos y, una vez lo terminamos, nos dirigimos por grupos a lugares distintos. Cada jugador se pone de nuevo sus zapatillas y regresa a casa con la ropa de entrenamiento”, relató.
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