Dos poderosos terremotos provocaron el caos en Turquía y Siria. El primero tuvo una magnitud de 7,8 en la escala de Ritcher y dejó zonas devastadas en Gaziantep. El segundo fue de 7,5 sacudió la provincia turca de Kahramanmaras.
El futbolista nacional y ficha del Konyaspor, Francisco Calvo, aseguró en sus redes sociales y micrófonos de Encuentro Deportivo que está bien. Incluso, este lunes enfrentaba a Fenerbache (cancelado) en Estambul y en esa ciudad no se sintieron los sismos.
“Nosotros jugábamos hoy contra Fenerbache, entonces estamos aquí en Estambul. Obviamente cancelaron la fecha. Es muy duro, el ambiente está muy feo. En Estambul no se sintió nada porque fue al sur del país”, dijo Calvo.
Esta catástrofe tiene contabilizadas, hasta este momento, a 2300 personas fallecidas. Además, hay muchas personas desaparecidas, incluyendo a miembros de los equipos de fútbol.
“En este momento el fútbol es cero importante. Hay cosas que son más importantes como la vida de personas que están sufriendo. El país está un poco raro”, agregó.
Y es que además de los efectos de la catástrofe en sí, el clima tampoco ayuda. En el epicentro del primer terremoto se esperan fuertes lluvias, muy bajas temperaturas y hasta que caiga entre tres y cinco centímetros de nieve.
“Mi familia ha estado muy pendiente. Estoy impactado, un poco triste. Tengo familia, un hijo y jamás desearía que pase algo así a un ser querido”, mencionó Francisco.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, llamó a este desastre como el peor desastre que ha vivido el país en el último siglo, después del terremoto de 1939 en Erzincan.
Foto: Prensa Konyaspor.