Noche negra en el Bernabéu. Tanto que con el golazo de falta de Schone en el minuto 73 algunos aficionados comenzaron a desfilar resignados a un año para olvidar. Fue un goteo constante aunque muchos quisieron esperar al final del partido.
Con el tiempo cumplido, ya se había marchado buena parte de la hinchada blanca pero la que quedó fue contundente. Pitada al equipo y cabreo monumental, con algún pañuelo, que algo descafeinada porque buena parte de las gradas estaban ya vacías.
Y eso que el Bernabéu se había venido arriba con el gol de Asensio. La grada comenzaba a creer en el milagro pese a que hacían falta dos goles, pero quedaban 20 minutos por delante. Sin embargo, en la primera llegada del Ajax llegó la falta lateral que acabó con las esperanzas del madridismo.
Parte del público aguardó en su asiento, consciente de que ahora sí había algo que decir, porque ahora sí que el Madrid ha firmado una temporada desastrosa. Fuera de la Copa, fuera de la Champions en octavos y a doce puntos del Barcelona en la Liga. Los jugadores empezaban a recriminarse los fallos entre ellos mismos, como Benzema con Reguilón o Modric con Kroos por un balón que no fue ni el uno ni el otro. Han sido los diez últimos minutos más duros.
Tras un fallo clamoroso del Ajax, el Bernabéu pitó con el cambio de Casemiro por Valverde que nadie entendió mientras que los 4.000 hinchas del equipo holandés cantaban eufóricos desde el tercer anfiteatro del fondo norte. Incluso algún cántico dirigido a Sergio Ramos, que decidió forzar la amarilla para no jugar la vuelta y cierto que le ha salido bien caro, bastante caro e injustificable a la vista de los hechos.
Lea también: Llegó el fin del ciclo más glorioso en la historia del Real Madrid C.F.