La destitución de Valdeir Badu Vieira de la Selección Nacional de Costa Rica fue un hecho que no tuvo mayores explicaciones de forma oficial por parte de la Federación Costarricense de Fútbol. Prácticamente 23 años después, Badu recuerda aquel capítulo, el cual decidió dejar atrás para no manchar el nombre del país.
“Mi relevo ha sido, para muchos, difícil de entender. La reacción de muchos jugadores seleccionados, la oposición de muchos aficionados, las críticas de la prensa nacional y del exterior. Es que estábamos tan cerca de alcanzar la clasificación”, argumentó Vieira.
Según una publicación del diario La Nación del 21 de enero de 1997, la destitución de Badu se dio por distintos factores, aunque nadie quiso confirmarlo de manera oficial. Por ejemplo, falta de informes de labores y planes de trabajo, indisciplina en el equipo y la intromisión de sus esposa Érika en asuntos de la Federación.
“Pude haber recurrido a la FIFA, pero no quise manchar el nombre de Costa Rica. Enseguida me llamó el FAS. Pensé: lo que no me mata, me hace más fuerte. Les perdono”, relató.
En aquel momento, Badu fue despedido por la Federación Costarricense de Fútbol sin responsabilidad patronal.
Sin embargo, pese a ese capítulo, Vieira guarda un especial cariño por todos los aficionados al fútbol nacional, quienes en su momento mostraron su apoyo.
«Los aficionados costarricenses y nosotros hemos tenido desde siempre una relación de mutuo respeto. Les he propuesto un estilo de fútbol que es igual vuestro que mio -el juego bonito- y ellos, contentos, nos han apoyado. A muchos hemos abierto nuestra casa por el gusto de hacer nuevas amistades, con placer hemos visitado, no solamente amigos, pero también gente necesitada de alguna atención humana. A menudo iba también todo el equipo», finalizó.
Imagen tomada de publicación de La Teja