Decidió entregar su juventud al atletismo y hoy impone récords que enorgullecen a Costa Rica

Quizás el año anterior no fue uno de los mejores en su carrera, tuvo que lidiar con diferentes lesiones que repercutieron en su nivel, pero la mentalidad del joven atleta costarricense, Juan Diego Castro, fue distinta e hizo del mal momento algo bueno y así logró regresar con más fuerza en este 2020.

Hace menos de 15 días el costarricense logró imponer una nueva marca centroamericana al cronometrar 2:24:05 en los mil metros bajo techo y este fin de semana también consiguió un nuevo récord en los 1.609 metros de la misma categoría, tras cronometrar 4:03.35 en el Torneo Invitacional de los Razzorbacks de Arkansas, Estados Unidos.

“Significa mucho saber que ya estoy fuera de ese tiempo tan difícil que atravesé el año pasado con las lesiones. Regresar y superar mis tiempos es una sensación tan satisfactoria que me da una buena perspectiva de lo que será el 2020”; expresó Castro en entrevista a este medio.

“La marca que hice suma puntos a los 1.500 metros, pero ahí no tengo tantos, por eso creo que este sería el primer evento que me sumaría. Los demás los tengo en los 800 metros”; agregó.

Con respecto a la carrera, Castro confesó que pudo haber hecho un mejor trabajo debido a algunos errores que cometió, pero ahora tendrá días claves para pulirlos, ya que este próximo 14 de febrero volverá a la competencia.

“Siento que técnica y tácticamente la carrera que hice pudo haber sido mejor porque tenía mucho tiempo de no correr una milla. Tuve varios errores que puedo corregirlos, pero eso solo con experiencia se logra. Ya espero, el 14 de febrero, hacer una mejor actuación, lo cual creo que será muy posible por mis entrenamientos y por la parte mental”; dijo Castro.

Para llegar en óptimas condiciones a este tipo de carreras se debe tener una buena preparación que requiere de mucha constancia y, sobretodo, disciplina. Castro se dejó decir que debe promediar un alto volumen de kilometraje o bien detallar la intensidad.

“Se empieza con periodo general de mucho volumen de kilometraje, muy poca intensidad, se trata nada más de eso. Ya luego uno se va enfocando en los trabajos de pista donde se sube la intensidad de los fondos. Estoy promediando entre las 60 y 70 millas”; expresó.

La vida ha sido muy distinta para el joven atleta costarricense, pues a sus 19 años, priorizó el deporte y por supuesto la parte académica. Gracias a una beca, desde poco más de medio año estudia dos carreras (Marketing y Administración) en la Universidad de Oklahoma State, pero debe saber cómo equilibrar sus días para que el tiempo le sea suficiente.

“Mi día empieza a las 6:30 a.m, luego voy a meter la primera sesión del día (30 minutos) o de elíptica, bicicleta o piscina. Después de eso, dos veces por semana, voy al gimnasio por una hora. Desayuno y me voy a clases; salgo las 2:00 p.m. Posteriormente, entreno y terminamos a las 5:00 p.m., hago terapia, me baño, voy a cenar y realizo mis tareas”; contó.

Castro aún no pierde su esperanza de poder cosechar un cupo para los Juegos Olímpicos Tokyo 2020, pero tiene claro que deberá ser paciente, pues debido a las lesiones el año pasado, dejó escapar muchos puntos sumatorios a una posible clasificación.

“No está tan fácil, pero no es imposible. Necesito competir un poco más para empezar a ver qué tanto se mueve la tabla y ver qué tan accesible está dependiendo de la cantidad de puntos que uno vaya acumulando. Influye mucho que el sistema es nuevo y como el año pasado estuve lesionado perdí muchos puntos”; apuntó.

La pasión por el atletismo en la vida de Juan Diego Castro surgió cuando tenía 13 años gracias al ejemplo de su mamá, pero antes de esa edad le gustaba jugar fútbol y desempañarse como portero.

Uno de sus mayores referentes en Costa Rica ha sido Nery Brenes y, en cuanto al ámbito internacional, David Rudisha fue el que lo cautivó con todo lo que ha podido cosechar.

Lea también: Promesa del ciclismo tico se alista para enrumbarse en un amplio viaje internacional.