Famoso equipo chino desaparece por problemas económicos

(EFE) El Tianjin Tianhai, equipo de la máxima competición liguera de fútbol en China, la Superliga, anunció este martes su desaparición tras meses de problemas financieros.

Por este equipo de Tianjin (noreste de China) pasaron en los últimos años futbolistas internacionalmente reconocidos como los brasileños Alexandre Pato, Jádson o Luís Fabiano, el belga Axel Witsel o el francés Anthony Modeste, así como entrenadores como Vanderlei Luxemburgo, Fabio Cannavaro o Paulo Sousa.

La prensa oficial informa hoy de la decisión del conjunto, que finalmente reconoció que su situación económica le impide seguir manteniendo sus operaciones.

«He puesto mucho sentimiento y mucha energía en este equipo y me duele mucho que se haya disuelto», explicó el actual entrenador del Tianhai, Li Weifeng, quien tan solo hace dos meses aseguraba que se mantendrían en la Superliga.

A principios de marzo, el club había anunciado que buscaba un nuevo dueño que se hiciera cargo del club y de sus deudas mediante una operación en la que se le transferirían todas las acciones del conjunto totalmente gratis.

Esta medida desesperada finalmente no fue la solución para un equipo que, pese a contar con activos valorados entre 84 y 100 millones de euros, estaba aquejado de una deuda que, aunque nunca llegó a ser cifrada oficialmente, se estimaba en «cientos de millones de yuanes» según portales especializados.

En su primera temporada en la Superliga, la 2017, el equipo consiguió acabar tercero y se clasificó para la Liga de Campeones asiática, en la que llegó a cuartos de final al año siguiente.

No obstante, en las últimas dos temporadas el equipo pasó por graves problemas económicos y tuvo que ser gestionado por la Federación de Fútbol de Tianjin mientras trataban de encontrar un nuevo dueño.

Y es que en los años de éxitos el Tianjin Tianhai era conocido como Tianjin Quanjian por el nombre de su principal patrocinador, la compañía de medicina tradicional china Quanjian, pero el club cortó lazos con ella debido a un escándalo judicial, perdiendo así su principal fuente de ingresos.

La empresa, según la justicia china, utilizó publicidad falsa para «quitarles a miles de personas sus ahorros» con esquemas piramidales, una estafa por la que su fundador, Shu Yuhui, fue condenado a nueve años de prisión y a pagar una multa de 50 millones de yuanes (7,2 millones de dólares o 6,5 millones de euros)