La original fórmula para darle colorido a un estadio sin público

(EFE) Cerca de un centenar de maniquíes volvieron a ocupar parte de las localidades del estadio Regional Sport Complex Brestskiy, feudo del Dinamo Brest, donde éste se enfrentó al Isloch Minsk en un encuentro de la cuarta jornada de la Liga de Bielorrusia.

Aunque numerosos seguidores asistieron al partido que terminó con triunfo del conjunto de Brest (3-1), la iniciativa que se puso en marcha la pasada semana en el partido de Copa ante el Shakhter Soligorsk se repitió en el choque de este domingo de la liga bielorrusa.

Maniquíes con la cara impresa del seguidor que previamente adquirió la localidad correspondiente ocuparon algunos de los asientos del estadio, en un país en el que no está prohibida la asistencia al fútbol.

Una iniciativa copiada después en otros lugares donde no se ha suspendido este deporte para dar algo de color y ambiente al espectáculo.

El Dinamo Brest, que tiene a Diego Armando Maradona como presidente de honor, remontó el partido contra el Islocho Minsk, que se adelantó en el marcador por medio de Dimitri Komarovski en el minuto 39.

En el tiempo añadido de la primera parte el camerunés Kiki Gabi consiguió el empate y a doce minutos del final Milevsky Artem puso por delante al cuadro local, que redondeó el triunfo gracias a un penalti transformado por Pavel Savitskiy.

El Regional Sport Complex Brestskiy, con capacidad para unos 10.000 espectadores, disfrutó de la mejor entrada de la temporada.