El camino para llegar a una final de la Champions League suele ser bastante dificultoso y lleno de trabas. Lo saben muy bien el Tottenham y el Liverpool, que se jugarán la Orejona delante de todo el mundo en el Wanda Metropolitano de Madrid el próximo 1 de junio.
El gran escenario del estadio del Atlético Madrid es sin duda el más indicado para un choque como éste que se merece un estadio importante. Dos equipos ingleses en la final de Madrid suenan a sublimación del fútbol actual, aunque es cierto que también estos dos equipos están entrenados por dos técnicos extranjeros. Mauricio Pochettino de un lado y Jurgen Klopp de otro son claramente dos grandes representantes de la categoría de los entrenadores hoy en día. Hermanados por el amor a un fútbol vertical y vertiginoso, los dos cabezas de las finalistas de la Champions de este año tienen mucho que ver con la eclosión de sus equipos.
Los sueños de los dos técnicos coinciden en levantar la Champions al cielo de Madrid. Pero el camino para cada uno ha sido muy distinto. Si el del Tottenham fue más parecido al de un joven adolescente que busca en la rebeldía la manera para poder plantarle cara a los más poderosos, el del Liverpool fue el de un experto rockero que sabe a lo que juega, pero a la vez ha tenido que romper las defensas de un rival importante. En ambos casos ha habido una remontada clave en la que se han lucido algunos de sus jugadores, aunque los Spurs se han dado el gusto de derrotar al Manchester City, uno de los claros favoritos a la victoria final, de una manera muy rocambolesca, para después esmerarse en una remontada de cuarenta minutos históricos en Amsterdam contra el Ajax.
El Liverpool, según las apuestas para la final de la Champions, es el que más opciones tiene de ganar este choque, y no solamente por haberle birlado la final al Fc Barcelona, que contaba con un Lionel Messi en esta pletórico, pero sobre todo por tener un plantel más sólido y un juego defensivo superior, algo que a menudo lleva a la victoria en estas citas.
Lo que está claro es que el partido del Wanda será muy entretenido y con mucho vértigo, puesto que ambos equipos practican un fútbol atrevido y arriesgado, y ya saben cómo enfrentarse el uno al otro por haberlo hecho dos veces en el campeonato inglés. De un lado estará el más cambiante fútbol de Pochettino, que hará hincapié en la velocidad de Son y Lucas y en la técnica de Dele Alli y de Eriksen, y del otro estará el fútbol directo del 4-3-3 de Klopp con las flechas Salah y Mané lanzadas por Firmino. Los Reds, sin embargo, cuentan con un defensa sólido como Virgil Van Dijk, para muchos el mejor de la actual temporada, y eso es algo muy importante en momentos como éstos. El Metropolitano está listo para el espectáculo: tomen asiento y disfruten.