(EFE) Un árbitro se desvaneció en pleno partido de béisbol en Nicaragua, y causó alarma en el único país de América que mantiene su actividad deportiva y que no ha impuesto restricciones ante la pandemia del coronavirus SARS-coV-2, que causa el padecimiento de COVID-19.
El árbitro Héctor Rayo actuaba como juez principal en el juego entre los equipos Bóer y Estelí, cuando, en la cuarta entrada, paró el juego, dio varios pasos hacia su izquierda, y cayó sobre su rodilla derecha, ante la incredulidad de los narradores que transmitían en vivo por televisión.
La escena, ocurrida en el Estadio Nacional Dennis Martínez, causó alarma en Nicaragua, ya que no se recuerda a un árbitro desvanecerse sin razones aparentes en la mitad de un partido de béisbol, y se dio precisamente cuando otras personas han caído de forma súbita en las calles, en medio de la pandemia de COVID-19.
Las autoridades nicaragüenses, que este sábado cumplieron cinco días sin dar información sobre el avance de la pandemia en el país, no se refirieron al suceso.
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Las imágenes de Rayo doblado junto al diamante de béisbol, su «deporte rey», fueron tendencia en las redes sociales usadas por los nicaragüenses, al igual que lo han sido las de otros ciudadanos que se desploman repentinamente en los espacios públicos de diferentes ciudades de Nicaragua, algunos de los cuales han muerto en el instante.
TEMEN POR COVID-19
Expertos del Comité Científico Multidisciplinario, compuesto por médicos y otros científicos independientes, han advertido que los desvanecimientos súbitos en las calles a diario es algo inédito en Nicaragua, por lo que no descartan su relación con la pandemia.
El Gobierno nicaragüense, que solamente ha reconocido 16 casos de COVID-19, incluyendo cinco muertos, niega que haya “transmisión local comunitaria”, pues considera que todos los pacientes adquirieron el coronavirus en el extranjero o al tener contacto con una persona que llegó de otro país.
El Observatorio Ciudadano COVID-19, que lleva un registro de la pandemia de forma independiente, ha reportado 781 casos, de los cuales 88 habrían muerto por síntomas relacionados con el SARS-coV-2.
El manejo de la pandemia por parte del presidente Daniel Ortega, quien ha dejado claro que la economía del país “no se puede detener”, ha sido criticado tanto a nivel nacional como internacional, ya que se niega a establecer restricciones, sus recientes medidas de prevención social son mínimas, y promueve actividades de aglomeración, a las que asisten sandinistas que luego son enviados a realizar visitas casa por casa.
SITUACIÓN MÉDICA
Adicionalmente, la Asociación Médica Nicaragüense ha denunciado que los trabajadores de la salud no cuentan con la protección personal adecuada para atender a pacientes de COVID-19, que decenas de ellos han sido contagiados, y en algunos casos han perdido la vida, sin que las autoridades lo reconozcan.
“Nuestra solidaridad con los profesionales de la salud en Nicaragua, quienes reclaman al Gobierno que se publique un plan de contingencia ante esta pandemia y se transparenten los datos utilizando lenguaje técnico y claro”, dijo el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya ha mostrado su preocupación por el manejo del COVID-19 en Nicaragua, donde la actividad deportiva no se detiene, incluyendo la de fútbol, que vio coronarse al club Real Estelí en su Torneo de Clausura.
El caso ha trascendido como un tema de derecho a la salud por la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
