Trentin, un esprinter campeón de Europa se luce en Gap

(EFE).- Vestido con el maillot de campeón de Europa y en solitario, el italiano Matteo Trentin (Mitchelton Scott) alzó los brazos al cielo en Gap como vencedor de la decimoséptima etapa del Tour, en otra jornada calurosa y de supervivencia que el pelotón asumió con bandera blanca en mano.

Trentin se rebeló contra la lógica. Marchaba en una escapada de 10 corredores cuando atacó al comienzo de La Sentinelle, un puerto de tercera con la cima a 8 kilómetros de meta. Despegó, abrió una pequeña diferencia y directo a conquistar su tercera victoria en el Tour, ya que en 2013 ganó en Lyon y en 2014 en Nancy.

El campeón continental, de 29 años, firmó además la cuarta victoria del Mitchelton en esta edición, un logro que pudo saborear en la recta de meta, pues el danés Kasper Asgreen entró a 36 segundos y el grupo en el que viajaba Gorka Izagirre a 41.

BANDERA BLANCA

Mientras, el pelotón seguía la marcha cicloturista con un retraso que se alargó en meta hasta los 20.10 minutos. Llegan los Alpes, hace mucho calor y hubo pacto de no agresión para empezar la traca el jueves con el Izoard y el Galibier.

El trayecto de la decimoséptima etapa entre Pont du Gard y Gap, de 200 kilómetros a través de Provenza, fue de puro paseo para el pelotón, que permitió la escapada inicial de 34 hombres, ninguno peligroso, y se dedicó a rodar hasta meta.

Tranquilidad anunciada, por eso los corredores pidieron ampliación del cierre de control por el calor y avituallamientos desde el kilómetro 0 de manera excepcional. La organización dijo a todo que sí, y a rodar.

Así la general no se movió nada. Alaphilippe llegará de amarillo a las montañas alpinas. Comienza la hora decisiva. Le siguen Geraint Thomas a 1.35 minutos, Steve Kruijswijk a 1,47, Thibaut Pinot a 1.50 y Egan Bernal a 2.02. Primer español, séptimo, Mikel Landa a 4.54.

«Parece que no, pero con el calor la etapa se ha hecho dura. A partir de ahora vamos a dar que hablar«, resumió Mikel Landa en meta.

TRENTIN, UN ESPRINTER ESCALADOR

La etapa se lanzó en el Puente de Gard, construido en el siglo I, antaño el acueducto más elevado del mundo romano y uno de los monumentos más visitados de Francia. Muchos ataques desembocaron en una fuga de 34 hombres, entre ellos los españoles Omar Fraile, Gorka Izagirre (Astana) y Jesús Herrada.

Aventura autorizada que iba a llegar a meta sí ó sí, pues las diferencias aumentaron a marchas forzadas. Todo muy previsible, aunque un especie de espejismo se presentó a 85 kilómetros de meta. Nada menos que una tormenta de lluvia que duró unos minutos, suficientes para refrescar un rato las espaldas quemadas de los corredores.

Poco a poco se fue filtrando el grupo de cabeza. Diez corredores, entre ellos Gorka Izagirre, llegaron a pie del puerto de La Sentinelle, única dificultad complicada del día.

Momento que aprovechó Trentin para lanzar un ataque que no pudieron contestar sus rivales. Restaban 5 kilómetros para la cima y 13 para la meta y el italiano se abrió el maillot, y a pecho descubierto trepó en solitario hasta la cumbre, donde cruzó con 30 segundos sobre el danés Kasper Asgreen.

Trentin se puso en modo contrarreloj, Asgreen en perseguidor. La suerte estaba echada. Un campeón de Europa iba a ganar en Gap, a las puertas de los Alpes. Merecido triunfo para un corredor que ha ganado 3 etapas en el Tour, 1 en el Giro y cuatro en la Vuelta 2017. Empiezan los Alpes. La decimoctava etapa incluye tres «dosmiles» en sus 208 kilómetros de recorrido, el Col de Vars (1ª,9,3 Km al 7,5%), el Izoard (Especial, 14,1 Km al 7,3) y el Galibier (Especial, 23 Km al 5,1%). Desde la cima del coloso alpino 18 kilómetros de bajada hasta meta que pueden ser determinantes.

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