(EFE).- Un gol de Barella y otro de Lukaku dieron hoy la victoria al Inter de Milán sobre el Benfica en Lisboa y atenuaron la crisis de resultados del conjunto «nerazzurri«, que regresó a la senda del triunfo después de seis partidos.
En una reedición de la final de la Copa de Europa de 1965, el Inter no fue «Grande», pero sí lo suficientemente bueno como para decantar la eliminatoria a su favor en el Estadio de la Luz, donde equipos como el PSG y el Juventus de Turín lo tuvieron muy difícil.
El Benfica, por su parte, volvió a caer tras el clásico contra el Oporto, y una vez más no supo aplicar con regularidad su juego que tantos elogios le ha valido en los últimos meses.
El duelo entre estos dos excampeones de Europa comenzó con el Benfica algo más intenso y a la caza del gol, mientras que el Inter prefirió un pragmatismo que le permitiese controlar el ritmo del encuentro.
Fue en uno de esos ataques rápidos de las «águilas» donde llegó la mejor ocasión de la primera parte, un disparo de Rafa que encontró la «muralla» Onana, que evitó con el pecho el primer gol del partido.
El portero camerunés, tantas veces el aval de su equipo en esta «Champions», no tuvo que volver a intervenir en los 45 minutos iniciales, pero tuvo que estar siempre atento a las numerosas incursiones del Benfica a su rincón del campo.
Mientras los lisboetas no conseguían superar la opresiva defensa rival, los «nerazzurri», guiados por Nicolò Barella, se acercaban cada vez más a la meta contraria, aunque se fueron al descanso sin ningún disparo a puerta.
Para el Benfica, el maestro fue Chiquinho, que ha superado las expectativas como sustituto del argentino Enzo Fernández y demostró que las «águilas» no salieron perjudicadas con la marcha de su antigua estrella.
Y en la segunda parte Barella volvió a marcar la diferencia para los de Simone Inzaghi, esta vez con el primer gol del encuentro.
En el minuto 51, un centro magníficamente ejecutado por Alessandro Bastoni encontró solo en el segundo palo al centrocampista, que cabeceó el balón a la red.
El Benfica no tardó en lanzarse de nuevo al ataque y estuvo a punto de empatar en una caótica jugada en la que Grimaldo no logró rematar un centro de João Mário.
El lateral valenciano volvió a ser protagonista con un disparo lejano que, aunque no acabó en gol, despertó a un equipo ‘encarnado’ algo desconcertado por el tanto transalpino.
Sin embargo, fueron los milaneses los que estuvieron más cerca de marcar, primero por medio de Correa y luego de Dumfries, en una jugada muy similar a la del gol, pero esta vez evitada por una monumental parada de Vlachodimos.
Pero después anotó Lukaku, en el 82, con un penalti causado tras una mano de João Mário, el tercer jugador más caro de la historia interista, que obligó a recurrir al VAR.
El portero griego del Benfica aún adivinó el lado pero no pudo detener el disparo de Lukaku, que volvió a celebrarlo como en el reciente partido contra la Juventus, esta vez sin ver ninguna tarjeta.
Mário, que vive uno de los mejores momentos de su carrera, no tuvo el reencuentro deseado con su antiguo equipo, donde vivió lo peor, con pocos minutos, varias cesiones, y donde incluso fue apartado.
A pocos segundos del final, Gonçalo Ramos tuvo la oportunidad de reducir el marcador para las «águilas», pero Onana conservó el resultado.
Con esta victoria, el Inter de Milán se convierte en el tercer combinado que vence esta temporada al Benfica, que llegaba al partido como uno de los equipos sensación de esta Liga de Campeones.
Ambos volverán a verse las caras en San Siro el próximo día 19 para decidir quién accede a semifinales.
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FUENTE: AGENCIA / EFE